Residencial
El arte de crear una primavera eterna en casa
Si el briefing de este proyecto fuera una estación, sería un invierno de los 70 con poca luz buscando abrirse nuevos caminos.
Desde esa estación, la diseñadora de interiores Susanna Cots emprende el diseño guiándolo hacia la luz. Abriendo el espacio con grandes ventanales hacia el exterior para que la naturaleza y los jardines de esta casa mediterránea pudiera invadir los 350m2 de la vivienda y los 3000m2 de jardín.
Y así empieza la primavera.
Empezamos el recorrido desde el recibidor, donde encontramos la primera apertura que nos enseña la parte del jardín que preside la piscina y donde se ve la casa de invitados, como edificio anexo a la casa. Un espacio conectado a la construcción principal a través de un pasillo de cristal.
La fusión entre lo natural y lo íntimo
En esta primavera, como en cualquier estación del estudio de Susanna Cots, hay un lenguaje de fusión entre lo natural y lo íntimo, dando a lugar a un diálogo simétrico entre el interior y el exterior.
En este proyecto lo encontramos en la sala de estar y la cocina, donde los cerramientos se abren del todo y el porche se convierte en comedor y el comedor en una extensión del porche. El elemento de unión lo marca la misma chimenea proyectada de manera simétrica, que encontramos en ambas estancias.
Lo que piensas (abrirte al mundo) y lo que haces (celebrar el mundo) es uno de los elementos que el diseño de la interiorista sabe trasladar desde el deseo hasta la realidad.
Dar espacio a lo esencial sin decirlo
El comedor, es sin duda, uno de los núcleos del hogar y de la familia. Siguiendo el estilo sutil de la diseñadora de enmarcar las zonas importantes, el espacio está coronado por un techo de bigas naturales y definido por uno de las dos alacenas, que marcan la identidad de la estancia.
En la cocina -que cubre casi todo el espacio alargado de la vivienda- encontramos la otra alacena, creada como un pequeño office y zona de desayunos.
La simetría de espacios es un espejo de fidelidad entre el pensar y el hacer
Conectado con el comedor, encontramos la sala de estar, con el televisor y otra chimenea, para momentos de resguardo.
De nuevo aquí, la diseñadora, crea nueva proyección interior-exterior a través de cerramientos que se abren completamente e integran la sala de estar con el exterior más extrovertido: un espacio exterior con un banco blanco de inspiración puramente mediterránea al que le acompaña una fuente que refresca el ambiente.
Con el mismo juego de simetrías, en este caso vertical, en el piso superior, encontramos el despacho. Una zona versátil para el estudio y el juego que acaba convirtiéndose en la tercera sala de estar.
Un jardín que culmina con un precioso invernadero
Desde la inspiración nórdica, llega a este jardín un invernadero que es el punto de encuentro del disfrute en familia y amigos.
Un espacio mágico que culmina el sueño de disfrutar de la calidez de cualquier estación del año con gastronomía y belleza a doquier.
Intimidad máxima en la zona superior
Toda la versatilidad que buscaban dar los propietarios a la planta baja y su deseo de compartir -en mayúsculas- todos los rincones, la encontramos diseñada en la primera planta a través de una intimidad protectora.
El máximo punto de confort lo encontramos en la suite principal con una chimenea que se disfruta tanto desde la cama, como desde la ducha.
Así mismo, se han proyectado dos suites simétricas que comparten baño completo y cuyas puertas se integran en el mobiliario, quedando oculto a la vista de cualquiera de las habitaciones. Y, finalmente, el proyecto cuenta con otra suite con baño independiente.
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