Recuperando el carácter histórico del espacio
El carácter de esta vivienda urbana de 80m2, situado en una finca con más de 100 años de historia, se consiguió recuperando uno de los elementos que el paso del tiempo había ocultado: una T de madera central que da nombre y que enmarca la cocina y la sala de estar, como espacio abierto para ganar amplitud.

La isla central de este espacio abierto está liderada por una cocina diseñada en lineal que se oculta dentro de un armario de puertas correderas, que también incluye horno-microondas, nevera, una cama plegable y un armario-despensa.

De esta isla también sale la mesa del comedor, diseñada con madera de roble. Una de las patas de la mesa se ha diseñado en forma de estantería para acompañar el rincón de lectura.

Cerca del sofá se ha proyectado un pequeño espacio de hierro negro que forma un pequeño escritorio y que da visibilidad al baño del piso mediante un cristal-policía, de modo que la comunicación visual no se pierde en ningún momento. La vivienda cuenta con dos dormitorios dobles que cumplen con las necesidades del cliente.