La unión a la vida
La interiorista ha diseñado un espacio que busca las conexiones mediante la sensibilidad y las emociones. La materialización de esta unión a la vida en el proyecto es muy visual. De un lado, la recepción-sala de espera se ha trabajado conjuntamente en una única pieza de mobiliario para que el paciente se sienta acompañado en todo momento. Por otra parte, el pasillo que une este espacio con la zona de consultas se ha proyectado en forma de un gran cubo de madera muy poco iluminado –una vez más buscando las raíces en la naturaleza– que simboliza la transición a la vida.

La experiencia
Los propietarios del centro tuvieron claro que la clínica tenía que escapar de la vertiente fría que a menudo suelen tener los centros sanitarios. La diferenciación tenía que ser a través de la experiencia y del interiorismo. Susanna Cots ha conseguido diseñar un espacio cálido donde la familia es incluida en todo el proceso, pero donde a la vez, la parte clínica destaca por su diseño profesional y minimalista.

Un tributo al blanco
El color insignia de la diseñadora Susanna Cots adquiere en este proyecto todavía más importancia, puesto que el blanco es el color que liga a la vida, a la pureza. El minimalismo de esta clínica se ha trabajado para dar la bienvenida más cálida a las nuevas familias que se forman.