Bienvenidos a un espacio que invita a sonreír
La recepción consigue atrapar con su juego de volúmenes asimétricos de madera de pino de 15 metros de longitud, representando una dentadura irregular. Como si se tratara de una escultura ubicada en el techo de la clínica, este volumen central distribuye el espacio hacia las consultas.

Susanna Cots cuenta con la complicidad, una vez más, de dos de sus elementos esenciales: la luz y el color blanco. La luz natural aporta calma y confort visual al paciente, y un estudio lumínico artificial, discreto y muy agradable, le guía por el espacio. Como siempre, el color blanco es el protagonista indiscutible y refuerza el sello personal de la interiorista.
Como tributo al paciente y pensando en su bienestar, los jardines verticales estratégicamente ubicados en la entrada y en el baño, nos acercan a la filosofía slow de Susanna Cots y materializan la metáfora del orden sensorial que se persigue.